Hace poco menos de un mes, lamentábamos el mayor incendio en Laguna de Rocha del que se tuviera registro en una década. Contrariamente a la información que circuló al inicio, se pudo constatar que ninguna vivienda fue dañada por el fuego, como se había señalado, gracias al accionar de los bomberos forestales. En la última semana la Reserva Natural pasó del fuego al agua: docenas de casas quedaron cubiertas por agua, hubo cientos de evacuados y, tal vez la única noticia positiva, es que no hubo víctimas. Y en eso, debemos darle algún crédito al Humedal de Rocha.
¿Por qué lo remarcamos? Como ya se expuso en docenas de lugares (en ámbitos científicos-técnicos y ahora repetidos en algunos medios), los humedales actúan regulando las crecidas y funcionan como desagote natural del agua que cae en las ciudades. Laguna de Rocha no es la excepción. Según la estación meteorológica de Ezeiza, en dos días cayeron aproximadamente 160 milimetros de agua. Esto equivale a aproximadamente 5.600 millones de litros de agua sobre Monte Grande, 9 de Abril y El Jagüel, un número impresionante de por sí, equivalente al agua que pueden contener 2000 piletas olímpicas o el caudal del Río Matanza en diez días, pero que no es más que un poco menos de la mitad de agua que puede absorber la Reserva Natural Laguna de Rocha.
Eventos naturales de esta envergadura llevan siempre a discutir sobre los humedales como espacios estratégicos y la necesidad de incluirlos en la planificación territorial. Sin embargo, desde la sanción de la Ley de Reserva Natural, hace tres años, hubo aproximadamente cuatro inundaciones graves que afectaron la Ciudad de Nueve de Abril y la frecuencia de estos eventos parece aumentar cada vez más. En ese lapso de tiempo lejos de avanzar hacia la consolidación del Humedal como espacio estratégico, se entregaron tierras para proyectos que afectaran fuertemente las cualidades naturales de la Reserva y su entorno urbano, incluyendo su capacidad de recepción de agua y evacuación hacia el Río Matanza.
Laguna de Rocha sigue esperando que se consolide como Reserva. Mientras se avanza por el camino contrario, los vecinos pagan las consecuencias. Hoy solo queda ayudar a los damnificados, pero ¿Hasta cuando?
¿Cómo ayudar a los damnificados? Las donaciones se pueden entregar en El Jaguel, El Ceibo 15 (Contacto: 15-6761-4781 Alan).